El espacio visual hace mucho.
Despejar el espacio de trabajo y el de vida es ganar en calidad. Prescindir de los objetos que tanta gente tiene en las estanterías. Tirarlos, venderlos, donarlos o guardarlos en cajas. Vaciar las vitrinas. Incluso carecer de muebles donde acumular cacharros sin sentido que estorban a la vista constantemente y que acumulan polvo y hay que limpiar.
Hay dos preguntas:
¿Lo necesitas?
¿Realmente te gusta?
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Mis estanterías en el salón, escritorio y dormitorio permanecen prácticamente vacías. No tengo ni una sola cortina en la casa. Los baños suelo tenerlos con lo mínimo encima del lavabo y la bañera.
Quiero perder el menor tiempo posible en limpiar y ordenar. Tener el vacío para llenarlo.
Y vivo con tan solo tres cajones de ropa para invierno y verano.
Tener pocas cosas y no tenerlas a la vista. No tener objetos que cojan polvo constantemente, que ames realmente o que realmente necesites.
Eso es simpificar.
Llevas tiempo queriendo deshacerte de cosas ¿qué te lo impide?